domingo, 22 de noviembre de 2009

PENE CHIQUITO Y MALA CAMA



Hombres y mujeres pasan buena parte de sus vidas creyendo que “se le están comiendo”, cuando en realidad no es así, y por una falta de orientación oportuna o de una comunicación abierta, son “mala cama”



EL CASO
“Tengo 22 años y mi marido 33 años, tenemos diez meses llevando una relación de pareja. Nuestros encuentros son tres veces a la semana y en hoteles debido a que cada uno de nosotros vive en casa de nuestros respectivos padres.
El hacer el amor en hoteles me parece que está influyendo en esta situación incómoda que estoy viviendo, dado que por el factor tiempo mi marido no logra concentrarse para darle un buen uso a su pene. Sobre esto, quiere decirle que mi marido tiene el pene pequeño y en múltiples ocasiones durante el acto sexual se sale de mi vagina, y él pierde el control de la situación. El sexo anal se nos hace imposible, él trata de enmendar el error con el sexo oral pero me maltrata el clítoris, tiene malas técnicas para hacer el amor.
Ante esta situación me pongo de mal humor, ya que no llego al orgasmo y decido parar el acto sexual porque no lo disfruto, porque me siento como un objeto y en cambio él en tres oportunidades logra llegar al orgasmo, ya que lo masturbo y le hago bien el sexo oral.
Hacer el amor tiene que ser espontáneo para que se tenga la necesidad de compartir, de quererse, de satisfacer nuestro instinto animal y no por un deber, que sea algo rutinario. Los tres días de la semana que nos encontramos en la cama no me llena de placer sino de fastidio. Pasamos todo el día felices, pero es maldad que me diga "es hora de compartir en intimidad", porque el encanto se pierde.
Mi marido no quiere reconocer esta situación y yo sola no la puedo cambiar. Aunque yo lo quiera mucho y él un día me plantee una vida a su lado, esto está llegando a su fin porque me siento frustrada y utilizada por él.
Carolina S., desde Higuerote, estado Miranda".


LA RESPUESTA
El problema que tienes está orientado hacia la búsqueda de orientación profesional para ti y tu pareja. No resolverás tu caso cambiándole a tu marido su pene pequeño por uno grande. Tu misma lo explicas cuando escribes que él “tiene malas técnicas para hacer el amor”. Allí está todo.
Lo primero que deberías es agotar la opción de convencerlo para que ambos acudan a un terapista sexual o un sexólogo, quien podrá orientarlos sobre el cómo conseguir que se satisfagan mutuamente en la cama. Si él no accede, ni modo, nada que hacer. Primero estás tú, segundo tú y tercero tú, por lo que no debes reprimir tu necesidad de amar y ser amada, por mucho que quieras a tu pareja.
También es recomendable que hables de manera franca con tu marido, y le expliques que no sientes ningún placer durante el acto sexual. Dile exactamente que te gusta, cómo quieres que te haga el sexo oral y en qué posición prefieres ser penetrada. A pesar de que te lleva once años de edad, pudiera parecer paradójico que seas tú la que lo instruyas, no obstante, esto es más común de lo que parece, lo que viene dado por ser el sexo un tema tabú, incluso entre parejas. Hombres y mujeres pasan buena parte de sus vidas creyendo que “se le están comiendo”, cuando en realidad no es así, y por una falta de orientación oportuna o de una comunicación abierta, son “mala cama”, frustrando sus gozos y el de la persona que tienen a su lado.
Asimismo, no está de más que le sugieras libros sobre el tema sexual, que se eduque sobre el arte de cómo satisfacer a una mujer en la cama, porque de acuerdo a lo que explicas, él tiene limitaciones en esa área, superables todas con la simple decisión de querer hacerlo. Es seguro que si te hiciera llegar al orgasmo, no repararías en el tamaño de su pene.


Técnicas sexuales
Es evidente que para realizar el acto sexual en paz, ambos deben estar centrados en lo que harán, sin que exista perturbación alguna que perjudique el buen desempeño de ambos. Cuando mencionas que “por el factor tiempo mi marido no logra concentrarse para darle un buen uso a su pene”, tú sabes lo que está pasando. Nada los obliga a estar tres veces por semana, allí todos apurados, sólo por estar “haciendo el amor”.
“Yo no quiero, comerme una manzana, dos veces por semana, sin ganas de comer”, canta Joaquín Sabina y es así. El amor no se obliga ni es rutina. Probablemente con menos encuentros pero de mayor calidad y pasión, su situación mejore significativamente.
Igualmente cuando planteas que por lo “pequeño” de su pene, “en múltiples ocasiones durante el acto sexual se sale de mi vagina”, pudiera ocurrir que tus movimientos no son coordinados con los de tu pareja. Recuerda que el coito es como el baile más supremo, en el que el instinto es básico para saber cuando ir más rápido, cuando ir más lento, cuando parar.
También es recomendable que te instruyas con las posiciones en las que puedes mantener tu vagina estrecha. Así podrás moverte al ritmo que más te plazca sin que el pene se salga.


ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...

Si experimentas dolor genital durante el coito, es necesario que te pongas en las manos de especialistas para descartar que estés padeciendo dispareunia.


PREGUNTALE AL DR. SEXO
Si tienes algún problema en la cama que te preocupa, envía un e-mail a drsexo@diariolavoz.net y mediante la consulta a expertos en el área, daremos respuestas a tu inquietud. Detalla tu caso lo más que puedas, indicando tu edad y la zona de donde escribes.
Las fuentes de consulta de esta página, son destacados sexólogos venezolanos que han ofrecido su concurso al cronista con la finalidad de orientar los consejos a los lectores interesados en mejorar su vida sexual.


MITO SEXUAL
“Las pastillas anticonceptivas engordan”


En la mayoría de los casos es absolutamente falso que ello ocurra, no obstante, si alguna mujer sube algunos kilos, es importante que acuda al médico.


Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net

http://twitter.com/HablaelDrSexo

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