EYACULAR EN 5 MINUTOS

A la ansiedad que ya cargas por lo que te ocurre fuera de la cama, se une la que generas por tu actuar dentro de ella. “¿Pana, y cómo me pasó esto a mi?”, es la típica pregunta que te cachetea en el ego de macho

EL CASO
“Tengo cuatro años con mi esposa y le comento que al principio de nuestra relación, le hacía el amor repetidas veces, al menos cinco o seis veces por semana. Mi problema comenzó desde hace aproximadamente un año, cuando nuestra frecuencia sexual empezó a disminuir a tres veces por semana. No obstante, desde hace unos dos meses, la situación se ha agravado, ya que en menos de diez minutos eyaculo, algunas veces tardo un poco más pero en general me angustia la situación porque antes no era así. Lo más complicado es que ahora también me ocurre que después de hacer el amor tardo más de una hora para lograr tener una segunda erección, y antes de eyacular, la pierdo.
Espero su más pronta respuesta, no sé si será falta de vitaminas o algo parecido.
Eduardo C., desde Caracas, 28 años”.




LA RESPUESTA
Lo primero que debes saber es que requieres con urgencia de la asesoría de un experto en el área sexual. Pero también necesitas acudir a un médico internista para realizarte algunas pruebas, para tratar de descartar problemas de circulación sanguínea o de cualquier otro tipo de malestar físico.
Sin embargo, lo que expones es relativamente fácil de superar, siempre y cuando te pongas en las manos de los profesionales que te dirán qué hacer.
Pero mientras llegas a esos consultorios, debes reflexionar en qué ha cambiado tu vida desde hace aproximadamente un año: ¿Tienes problemas de stress derivados de tu actividad laboral o académica? ¿Las cargas de trabajo han aumentado? ¿El dinero que ganas lo consideras insuficiente para cubrir tus expectativas? ¿La que una vez se llamó “gripe porcina” te preocupa más allá de lo normal? Si alguna o todas las respuestas han sido afirmativas, no te extrañe que haya disminuido tu frecuencia sexual.
La novedad de vivir en pareja tiende a incrementar el deseo sexual, por lo que hacer el amor con tu mujer todos los días de la semana, varias veces, no es un caso extraño. No obstante, con el correr del tiempo, esa frecuencia tiende a bajar en la medida que cada quien asume responsabilidades de trabajo o de otra índole, por lo que paulatinamente disminuyen las horas que ambos pasan juntos. Asimismo, lo que una vez fue novedad, con los años se convierte en rutina.
Además, cuando las parejas son jóvenes como es tu experiencia, se presentan episodios que generalmente alguno de los dos o ambos no saben cómo manejar. Ello crea stress, ansiedad, emociones que afectan tu relación.
Toda esa vorágine de circunstancias, así ambos no lo quieran, se acuesta cada noche entre tú y ella. Si no tienes idea de cómo evitar que ello te afecte, no te sorprendas por las consecuencias: “Ya no lo hago seis veces por semana”, “eyaculo en menos de diez minutos”, “antes de eyacular por segunda vez, pierdo la erección”.
Como se explicó en este mismo espacio hace ya cuatro semanas, los problemas de eyaculación precoz y de erección suelen estar vinculados -en la abrumadora mayoría de los casos-, al aspecto psicológico. Cuando empiezas a sufrir preocupaciones por situaciones laborales, económicas o de otro tipo, tu desempeño sexual puede verse afectado. No te concentras en el coito, y comienza un ciclo de eyaculaciones involuntarias. A la ansiedad que ya cargas por lo que te ocurre fuera de la cama se une la que generas por tu actuar dentro de ella. “¿Pana, y cómo me pasó esto a mi?”, es la típica pregunta que te cachetea en el ego de macho cuando te pasa la primera vez. Cuando el episodio se convierte en un suplicio rutinario, entras en un círculo vicioso cuyo protagonista es la ansiedad: “¿Esta noche si podré?” y como no puedes, te frustras.
Es esencial que acudas a un sexólogo que te diga qué hacer. Las terapias para resolver estos casos son sencillas y altamente exitosas. Debes acudir con tú mujer, quien desempeñará un rol estelar en tu recuperación.
En cuanto a la frecuencia sexual, es un escenario que no es fácil de dominar, porque “el tiempo, el implacable que pasó” que canta Pablo Milanés, condiciona los coitos. Es por ello que debes tratar que los encuentros sexuales con tu pareja sean un ejercicio de reivindicación, en el que tratarás de complacerla en cada uno de sus gemidos. Satisfaciéndola a ella tendrás satisfacción.
Tienes un año en ese desierto y puedes salir de él. Lo que te pasa no es el fin del mundo, pero tienes que buscar tú mismo la solución, sobre todo porque ese tipo de patologías tienden a minar tú autoestima, lo que puede afectarte en otros campos distintos al sexual.
Lo que refieres al segundo coito, que pierdes la erección cuando estás a punto de eyacular, no descartes posibles problemas de circulación. En todo caso, con un tratamiento médico oportuno, eso lo superarás fácilmente.




ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...

A pesar de ser estimulada de forma adecuada mediante sexo oral o manipulación del clítoris –entre otras formas-, y no logras llegar al clímax, es posible que padezcas de anorgasmia, que es la incapacidad que presenta la mujer de obtener un orgasmo



MITO SEXUAL

“Una menopáusica no llega al orgasmo”

Absolutamente falso. En esa edad madura, la sexualidad de la mujer tiende a ser más satisfactoria, ya que dada su experiencia tiende a disfrutar plenamente de un encuentro sexual. El fantasma de un embarazo no deseado -que asusta a muchas-, en la menopáusica no causa ningún efecto, por lo que tiende a darse íntegra en una cama. Sin duda que estar con una mujer así, es una de las mejores experiencias que cualquier hombre puede tener


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Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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