domingo, 22 de noviembre de 2009

FALTA LUJURIA Y “GUAGUANCÓ”


“Me considero muy caliente en la cama, tengo con mi pareja 10 años, pero en ocasiones no me siento satisfecha con los deseos y el desempeño sexual de mi esposo”


EL CASO
“Hola Dr. Sexo, le escribo porque siento que tengo un problema: Me considero muy caliente en la cama, tengo con mi pareja 10 años, pero en ocasiones no me siento satisfecha con los deseos y el desempeño sexual de mi esposo. Claro que algunas veces ‘me sube hasta el cielo’ como dicen por allí, incluso, siento ganas de tener sexo cada momento, pero después que llego al clímax ya no me provoca más nada. Mi pregunta es: ¿Será que soy frígida, no habrá ese amor de antes o las dos cosas? Espero su respuesta”.
Valentina Velásquez, 28 años, Caracas

LA RESPUESTA
Cuando se tiene un tiempo prolongado en una relación de pareja, el hastío, el cansancio y la rutina pueden aparecer entre ambos, justo en el medio de la cama. “Ajá, ponte así”, “dale, dale”, “qué rico papi”, “mami, así, muévete así” y ya. Listo. Se acabó. Se bañan y hasta mañana. El sexo se convirtió en una rutina fastidiosa como pasear el perro en las noches. El acto sexual se ve más como una obligación que como el acto sublime en el que predominan gemidos y sudores infinitos.

Háblale claro
Las mismas posiciones y rutinas sexuales durante diez años, obviamente que marchitan cualquier relación. Por ello no debes creer que tienes “un problema” para conseguir tu orgasmo. La pregunta que te hace dudar sobre el amor que sientes por él, sólo una persona sobre la faz de la Tierra puede responderla: Tú misma.
Lo que sí está claro es que a ese matrimonio le falta lujuria y “guaguancó”. Dada esa prolongada relación que aún mantienen, debes tener la suficiente confianza con tu esposo para decirle que no te sientes bien amada. Que no te hace el sexo las veces que quieres y cómo te gusta. Exígele que se ponga creativo y que siempre te haga sentir mujer. Pero para llegar a esa montaña de satisfacción sexual, lo ideal es que lo ayudes y él se deje ayudar. Total, el placer es para ambos y ustedes son los responsables -en igual medida-, de llegar al clímax.

¿Y entonces, qué hacer?

Una buena parte por la cual comenzar está en lo que planteas sobre los deseos y desempeño sexual de tu esposo. Te lo explico así:

* Deseos:
Pudiera existir disparidad en la frecuencia sexual de ambos. Mientras tú quieres tener sexo todos los días de la semana, a lo mejor él se conforma con hacerlo una o dos veces en el mismo período. Lo ideal sería que conversaran para llegar a acuerdos e incrementar la cantidad de encuentros sexuales, a unos cuatro o cinco por semana para que ambos queden conformes.
Cuando él no tenga ganas de hacer el amor pero tú sí... ¿por qué no le dices que te masturbe? ¿Por qué no le haces sexo oral? ¿Qué dices sobre ponerte un hilo dental y unos ligueros? Seguro se emociona... y mira que los hombres somos muy agradecidos cuando nos tratan bien en la cama. Asumiéndote provocativa y sensual es muy probable que todos los días tendrás el placer que anhelas...

* Desempeño sexual:
Aquí tu pareja requerirá de tu ayuda. No te conformes y pienses que estará bien si “algunas veces” te “sube hasta el cielo”. No. La idea es que siempre llegues al clímax y goces una barbaridad cada vez que tengas sexo.
Sugiérele literatura sobre posiciones sexuales –sobran los libros que tratan una visión moderna del Kama Sutra-; así como de técnicas para sorprenderte de forma erótica cuando menos lo esperes.

Buscando la pasión perdida
Técnicas sencillas pueden revitalizar tu relación de pareja. Eres la mujer ideal: Todo el tiempo quieres sexo, lástima que él no sepa apreciarlo, pero con tu ayuda, lo hará:

* Envíale textos eróticos a su celular o déjale mensajes “calientes” en la grabadora. Las palabras y la voz son instrumentos importantísimos a la hora de seducir.

* La ropa íntima sexy es un componente ideal en cualquier relación. No la desaproveches

* Intenta tener encuentros sexuales cortos pero intensos: Antes de ir a nuestras labores en la mañana, cuando trabajas en la computadora de tu casa, cuando te bañas en la noche, del lado de las escaleras del edificio por donde casi nadie pasa, en el rincón oscuro del estacionamiento. Ponte creativa tú también.

* ¿Qué te parece si lo amarras con unas esposas y te “esmeras” con tu boca y tu lengua hasta que ambos se vuelvan locos de placer?

Aunque la demoledora realidad del día a día se manifiesta en el trabajo, los estudios, el tráfico y la inseguridad, siempre hay tiempo para releer a José Ignacio Cabrujas, apreciar una rosa, escuchar a Joan Manuel Serrat o tener el mejor sexo del mundo. No hay excusas.


No eres “frígida”
La anorgasmia –conocida popularmente como frigidez- es un padecimiento básicamente asociado a situaciones emocionales, que impide llegar a un orgasmo. Y ese no parece ser tu caso. Lo que sí ocurre –y es normal porque cada mujer tiene su manera de actuar después del clímax-, es que parecieras quedar tan satisfecha una vez que llegas al éxtasis total, que ya no te provoca tener más sexo.
Fíjate, hay mujeres que les encanta dormir al culminar el acto sexual, otras más bien descansan poco para continuar la faena, mientras que la mayoría prefiere ser consentida y mimada cuando aun se jadea de placer



ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...
Si presentas un flujo vaginal de olor fuerte y desagradable, ardor al momento de orinar o molestias durante el acto sexual, podrías tener una infección vaginal.

MITO SEXUAL
“Gracias al condón puedo estar con las mujeres que quiera sin riesgos de enfermedades o embarazos no deseados”
Aunque el preservativo se ha convertido en un gran aliado para evitar sufrir de enfermedades de transmisión sexual, no constituye una herramienta infalible contra las mismas, dado que pueden romperse o colocarse de manera incorrecta, lo que anularía su efectividad. Igual riesgo se corre en el caso de embarazos no deseados. Por ello la mejor recomendación es ejercer una sexualidad responsable, contigo mismo y con los demás.

Richard Sanz e-mail: drsexo@diariolavoz.net
https://twitter.com/HablaelDrSexo

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