lunes, 23 de noviembre de 2009

MÁS QUE UNA VAGINA

“Soy muy activo sexualmente, me gusta hacerlo todos los días y a cada instante (...) no obstante, ella volvió a ser como antes, muy fría. Siento que hace el sexo conmigo por compromiso”



EL CASO
“Me dirijo a usted muy respetuosamente con la finalidad de recibir una orientación de su parte en el presente caso: Tengo 30 años, trabajo en un empleo muy cansón, tanto física como mentalmente y sólo quiero llegar a casa para abrazar y besar a mi esposa e hijos. Actualmente tengo 5 años con mi pareja y desde el inicio de nuestra relación ella era muy fría para mi gusto y luego, poco a poco, con mucha paciencia, ella se activó sexualmente, hasta el punto de pasar de ser la peor hembra que he tenido a ser la mejor cuando mantenemos relaciones sexuales. El caso es que yo soy muy activo sexualmente, me gusta hacerlo todos los días y a cada instante sin importar el lugar, mientras más veces, para mi mejor, no obstante, ella volvió a ser como antes, muy fría. Siento que hace el sexo conmigo por compromiso, aunque yo hablo con ella y dice que son ideas mías y que me ama. Cada momento que pasa la siento más fría que el día anterior y en realidad estoy cansado de la situación, pero no quiero perder mi matrimonio ni alejarme de mis hijos.

De paso, le hablo de ir a un sexólogo y se molesta… ¿Qué debo hacer para solventar mi situación?”.

Humberto José Bolívar, Caracas.

LA RESPUESTA

Para empezar a abordar la solución de lo que pasa, debes reflexionar sobre lo siguiente: Que tu cama se haya convertido en un témpano de hielo no es sólo culpa de ella. Tú tienes una gran responsabilidad en ello. Admitir tus fallas será esencial para rehacer lo que parece roto.

Diálogo revelador

Sin someterla a un interrogatorio estilo policial que va a intimidarla, debes saber qué le pasa. Tratarla con ternura –y no por ello serás “menos hombre”- es clave para que se sienta en confianza para hablarte con total claridad sobre lo que le está sucediendo.

Seguramente aún no encuentras el cómo conocer lo que ella siente. Sería excelente que planificarás una salida a un lugar romántico, una cena o un fin de semana en el que ambos compartan algo más que sexo.

Aunque tu trabajo “cansón” probablemente te tiene copado el tiempo de recreación, sí puedes hacer un esfuerzo. Bien vale esmerarse cuando se trata de la mujer que ha parido tus hijos.

No todo es sexo
En cualquier diatriba, conflicto o problema, la responsabilidad de lo acontecido no recae sólo en una de las partes. En mayor o menor grado, ambos tienen su cuota en lo sucedido.


Tú mujer es muchísimo más que una vagina dispuesta a saciar tu necesidad diaria de sexo. Parece que no tienes tiempo para atenderla. Ella es una dama que merece ser amada a plenitud

Reflexiona sobre estos cuatro puntos para ver en qué medida tus acciones han provocado lo que está ocurriendo:

1. Si la muestra de “afecto” más frecuente que le das a tu esposa es querer tener sexo con ella todos los días… ¡rodaste! Aunque sí hay mujeres que requieren sexo diariamente, ellas no son todas. La mayoría aprecia que sus parejas también manifiesten su afecto de otras maneras… ¿Desde cuándo no le regalas una rosa?

2. Tú mujer es muchísimo más que una vagina dispuesta a saciar tu necesidad diaria de sexo. Por lo que explicas, no dispones de mucho tiempo para compartir juntos. Ella es una dama que merece ser amada a plenitud.

3. ¿El sexo lo convertiste en una rutina que tu esposa debe aceptar sin discusión alguna? ¿Las mismas posiciones, los mismos movimientos y ya? El acto sexual debe ser placentero para ambos, no sólo para ti ¿Sabes bien qué es lo que a ella le gusta que le hagas en la cama?

4. ¿Ella denota alguna incomodidad física al momento de tener sexo? Puede ser que el sexo en vez de producirle placer le cause dolor, o que ella padezca de algún problema de salud que no te haya revelado. Por ello es necesario que apeles a lo mejor de ti y trates de conocer qué le ocurre sin acorralarla.

Derritiendo el hielo
Cuando logres saber qué le pasa a tu esposa, sabrás cuál es el camino tomar en tu relación.

1. Si no la atiendes, tienes que eliminar esa indiferencia. A pesar del trabajo, dispón de algunos minutos para estar pendiente de ella a través del teléfono: Saber qué ha hecho, cómo se siente, que ha pasado en tu casa. Si no pueden salir de noche, sorpréndela llevándole una cena y una botella de vino. Invéntate algo que rompa la rutina.

2. Lo que tú le ofreces como soporte de pareja no puede ser sólo plata para el mantenimiento del hogar y sexo. Ella es tu compañera de vida. Los detalles hacen la diferencia.

3. Si es hastío sexual, tendrás que esmerarte en satisfacerla como ella se merece. Deberás ser un una bestia hambrienta de complacerla en todo lo que a ella le gusta. No hay otra opción. Eso sí, experimenta nuevas posiciones, húndete en su piel, navega en su cuerpo como en aquel mar infinito en el que te quieres quedar a vivir.

No descartes acudir a un sexólogo para que te oriente en cómo satisfacer a tu esposa. En la medida que la trates mejor, tendrás más posibilidades de convencerla de la necesidad de ser asistidos por un especialista. También dispones de abundante literatura sexual en librerías e Internet para mejorar de forma contundente tu desempeño sexual.

4. Sé comprensivo con ella, en especial si padece algún problema físico o de salud. Conviértete en su apoyo y no en su verdugo.

PREGUNTALE AL DR SEXO

Si tienes algún problema en la cama que te preocupa, envía un e-mail a: drsexo@diariolavoz.net
y mediante la consulta a expertos en el área, daremos respuestas a tu inquietud. Detalla tu caso lo más que puedas, indicando tu edad y la zona de donde escribes. Las fuentes de consulta de esta página son destacados sexólogos venezolanos que han ofrecido su concurso al cronista con la finalidad de orientar los consejos a los lectores interesados en mejorar su vida sexual

ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...
Si presentas menstruaciones irregulares en cuanto a la frecuencia en el tiempo, así como un sagrado de más días de lo usual en ti, es prudente que acudas a un ginecólogo para que te revise, dado que a pesar de que la mayoría de estos casos no revisten gravedad, en algunas ocasiones pueden ser indicios de tumores u otras complicaciones que deben ser atendidas por un especialista.

MITO SEXUAL
“Sólo quedará embarazada si eyaculo”

* Falso. Previo a la penetración y una vez erecto, el pene comienza a segregar líquido seminal que contiene espermatozoides, así que al introducirlo en la vagina y sin llegar a la eyaculación, existe la posibilidad de fecundar un óvulo en los días en que la mujer está fértil.



Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
https://twitter.com/HablaelDrSexo

TE FALTA CARIÑO


“Tengo un problema y es que no tengo deseos de tener el acto sexual con mi esposo ni con otros hombres. No me dan ganas de nada, estoy como muerta, me tocan y no siento nada de nada”


EL CASO

“Soy una mujer de 33 años de edad, tengo dos hijos adolescentes, soy casada y vivo en Santa Teresa del Tuy. Tengo un problema y es que no tengo deseos de tener el acto sexual con mi esposo ni con otros hombres. No me dan ganas de nada, estoy como muerta, me tocan y no siento nada de nada. Esto me angustia mucho porque tengo la impresión que mi esposo me está engañando por esta situación. Adicionalmente le informo que no siento dolor alguno en mi vagina, por lo que necesito que me oriente en qué puede estarme pasando... Analizando lo que ha sido mi vida, le puedo decir que sólo cuando me inicié sexualmente tuve sensaciones placenteras, pero desde hace 10 años no ha sido así, me he acostumbrado a no sentir nada desde que me casé... ¡Dígame usted que puedo hacer!

Yamilet Contreras”.

LA RESPUESTA
Tienes tres alternativas:
1- O le exiges a tu marido que busque la asesoría de un sexólogo para que aprenda a hacerte el amor y ambos se sometan a terapia.

2- O lo botas y te buscas uno que te haga sentir mujer.

3- O te calas el resto de tu vida con ese mala cama encima.

En todo caso, lo que te ocurre sí tiene solución. Si refieres que antes de casarte supiste lo que era tener relaciones placenteras, es evidente que tu situación actual tiene que ver con un matrimonio castrador de la pasión y la lujuria, elementos esenciales para mantener el fuego de una relación de pareja.

Los casos más comunes y más respondidos en este espacio tienen que ver con realidades como la tuya.... ¡Dios, que cantidad de mujeres insatisfechas! Esto parece evidenciar cómo la ignorancia afecta a las relaciones de pareja en varios aspectos, entre los que destacan las maneras de dar y recibir placer al igual que una cultura machista que coloca a la mujer como objeto de satisfacción de una necesidad fisiológica en la cama y no como lo que es: Lo más sublime que ha creado Dios.

Sexo oral o nada
Conversando con una escultural y hermosa mujer sobre un novio que tenía que “ni siquiera exploraba mi vagina”, afloró una confesión, gracias a unos vinos y a una química inexplicable: “Si no le hago sexo oral a mi mujer, yo no me excito”. Ella respiró entrecortada, abrió sus espectaculares ojos negros hasta el infinito, con una mano se agarró el cabello que le llegaba a la diminuta cintura, y con la otra sujetó con firmeza la solapa del traje azul de rayas de su interlocutor, y le soltó, entre sorprendida y jadeante: “¿¡Verdad!?”. Y la respuesta a esa exclamación fue: “Pues sí, sentir la esencia de una mujer en mi boca, además de la eyaculación oportuna, es la mejor experiencia del acto sexual”. El “¡ahhh, ok!”, entrecortado y cómplice, fue la confirmación de que sus expectativas sexuales eran ciertas y legítimas. Se mordió los labios para no decir más. Hasta eso lo quedó sensual.

Éxtasis democrático
Aunque ella no representa la totalidad de las mujeres, no es menos cierto que en la vida se consiguen -más de las que uno cree que existen-, muchas que ni siquiera han experimentado lo que es un orgasmo. Y la responsabilidad de ello está vinculada tanto a ellas como a ellos, unas por no tener autoestima y unos por no valorar a las que tienen al lado.

Pero nada es para siempre. Hay tiempo de corregir entuertos y salir de ese desierto en el que el placer sexual no existe. El éxtasis no distingue entre oposición y chavismo; de catiras y negros, de “cincuentonas” y “treintañeros”, de oligarcas y soberanos. El éxtasis es lo más democrático que existe en el mundo y tú puedes tenerlo cuando lo decidas.

Lo que tienes
Lo primero que debes hacer es tomar conciencia de lo valiosa que eres. Nadie tiene derecho a usarte como le venga en gana. Aunque el correo que enviaste a este espacio denota una preocupación por salir del laberinto, ello no es suficiente. De acuerdo a lo que describes, presentas un cuadro de anorgasmia, que dicho en términos sencillos es la imposibilidad de alcanzar el orgasmo. A pesar de existir factores físicos que la provocan, los más comunes están ligados al lado psicológico, como los siguientes:

1- Ignorancia en cuanto al tema sexual: Cómo hacer el amor.

2- Experiencias sexuales traumáticas.

3- Tabúes sexuales: Una crianza “puritana” puede propiciar una visión conservadora del sexo. Algunas hasta pueden ver el sexo como algo “perverso” y “amoral” o lo asocian con ideas negativas.

4- Un mal amante en la cama y una baja autoestima: Una combinación letal y frecuente en las mujeres anorgásmicas, que se acostumbran a ser humilladas y usadas durante el coito porque “ese es mi marido”.

Abordando la solución
Pero hay una excelente noticia: Esto es absolutamente superable. Sólo debes tener constancia para superar ese obstáculo que te hace infeliz.

Junto a tu esposo, debes buscar ayuda profesional, la de un sexólogo por ejemplo, para recibir orientación en cuanto a las terapias que deben realizar. Redescubrirás tu cuerpo, dirás a tu pareja qué quieres que te haga, donde te gusta que te acaricien, qué te hace gemir, cómo te gusta moverte y estallar en placer cuando logres el éxtasis.

La felicidad en la cama no es solo en las películas pornos. Tú también la puedes alcanzar cuando superes esa falta de cariño de tu pareja y ames a la persona más especial que para ti debe existir sobre la Tierra: Tú misma.

ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...
Si sientes un dolor o una sensación de molestia en la vulva, vinculada a irritación, resequedad o ardor, debes acudir a un ginecólogo para que te evalúe y descarte que estés padeciendo de algún episodio de vulvodinia, como se conoce en términos médicos esta condición

PREGUNTALE AL DR. SEXO
Si tienes algún problema en la cama que te preocupa, envía un e-mail a:
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y mediante la consulta a expertos en el área, daremos respuestas a tu inquietud. Detalla tu caso lo más que puedas, indicando tu edad y la zona de donde escribes.

Las fuentes de consulta de esta página, son destacados sexólogos venezolanos que han ofrecido su concurso al cronista con la finalidad de orientar los consejos a los lectores interesados en mejorar su vida sexual



MITO SEXUAL

“Tener mucho sexo causa debilidad y a la larga provoca erecciones débiles”

* Absolutamente falso. Todo lo contrario, además de mantener una vida sexual plena, el hombre que pueda tener sexo todos los días tiene la posibilidad de prevenir la disfunsión eréctil.



Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
https://twitter.com/HablaelDrSexo

¿ADICTO AL SEXO?


“A los 23 años me casé y lo hacía todos los días. Mi relación duró seis años, y aunque estuve soltero como once o doce meses siempre estuve activo. Me casé de nuevo y con mi pareja actual también lo hago todos los días...”



EL CASO

“Ante que todo quiero felicitarlo por su página en el diario La Voz, ya que todos los domingos podemos aprender un poco más sobre educación sexual. Le escribo porque quisiera saber si hacer el amor todos los días puede traerme alguna consecuencia negativa en el futuro. Soy un hombre de 34 años y desde los 15 he mantenido relaciones. Desde esa edad hasta los 22 años tenía sexo de dos a tres veces por semana (de tres a siete eyaculaciones cada encuentro). A los 23 años me casé y lo hacía todos los días. Mi relación duró seis años, y aunque estuve soltero como once o doce meses siempre estuve activo. Me casé de nuevo y con mi pareja actual también lo hago todos los días... Pero lo que me preocupa son los cambios que he notado: No puedo dormir sin hacer el amor, me cuesta volver a tener otra erección después de eyacular (de dos a tres horas tengo que esperar para volver a tener sexo), incluso me ocurre algunas veces que no tengo ganas de continuar. De todo esto, creo que lo positivo es que nunca he perdido una erección cuando hago el amor.

Con todo lo que ya le relaté, hay algo que también me angustia y quisiera saber: ¿Soy adicto al sexo?”.

Julián Black, Valles del Tuy, 34 años

LA RESPUESTA
Para saber si eres adicto al sexo, debes ser sincero contigo y reflexionar sobre las siguientes preguntas:

1- ¿Dejas de realizar actividades esenciales de tu vida -trabajo, estudios y familia- para tener sexo?

2- ¿Te gastas buena parte de tus ingresos en prostitutas y dejas a tu familia sin un céntimo?

3- ¿Todos los días estás varias horas frente a una computadora viendo pornografía?
4- ¿Sientes deseos compulsivos de masturbarte al no tener sexo con una mujer o ver pornografía?

5- ¿Has estado a punto de que te descubran manteniendo sexo en lugares públicos, o has tenido problemas por ello?

6- ¿Padeces de algún sentimiento de culpa después de protagonizar los episodios descritos anteriormente?

Si respondiste afirmativamente, entonces, sin duda, eres un adicto al sexo. La compulsión, el deseo irreflexivo e incontrolable de tener sexo a cada instante, son las características que definen ese tipo de adicción... Médicamente se conoce como hipersexualidad. La clave para saber que requieres la ayuda especializada de un sexólogo para superar lo que te pasa, es determinar si el sexo se ha convertido en el eje sobre el cual gira tu vida, afectando tu trabajo, estudios y relaciones personales. La ansiedad y stress forman parte de este cuadro que al final causa una enorme depresión o el llamado “ratón moral” por lo que estás haciendo.

¿Qué es lo “normal”?
Ahora, si lo tuyo es tener sexo todos los días sin que ello implique alguna consecuencia negativa para ti, tu pareja y tu entorno -"sin daños a terceros" como dicen por ahí-, simplemente estás disfrutando de tu sexualidad al máximo -como debe ser-.

De ser así, no tienes nada por lo que debas preocuparte, todo lo contrario, siéntete pleno como hombre por poder darle rienda suelta a esa faceta de tu vida sin ningún tipo de tabúes.

La sexualidad es un hecho normal y natural, que cuando nace del mutuo acuerdo y con una dosis poderosa de amor o atracción, según sea la ocasión, es el acto más sublime que existe sobre la Tierra. No hay porqué sentirse mal por liberar el deseo que llevas por dentro.


La clave para saber que requieres la ayuda especializada de un sexólogo para superar lo que te pasa, es determinar si el sexo se ha convertido en el eje sobre el cual gira tu vida, afectando tu trabajo, estudios y relaciones personales



En todo caso, lo que aparentas tener es una frecuencia sexual alta y lo que algunas veces ha podido causarte frustración es que tus parejas no hayan tenido la misma necesidad de sexo que tú. Es decir, mientras ellas se conforman con hacer el amor con dos o tres veces cada siete días, tu necesidad es hacerlo diariamente. Esa disparidad de frecuencia suele crear ruidos en la relación, lo que puede solucionarse negociando más actividad en la cama y maneras creativas de alcanzar satisfacción sexual, asunto que ya se ha tratado en ediciones anteriores.

Firme como el acero

Esa dificultad que refieres en cuanto a lograr una nueva erección después de culminado el acto sexual, puede deberse a varias causas, pero ninguna podría estar asociada a tu frecuencia al momento de tener sexo. Entre los posibles factores que están causando tu situación, están:

a-) Mala alimentación: Comidas con alto contenido graso, con el tiempo afectan las arterias y el flujo sanguíneo, el cual es esencial para conseguir una erección poderosa. La alimentación sana y balanceada suele proveer al organismo de las energías requeridas para el trajín diario y las actividades que emprendas. Consulta a un nutricionista que te oriente sobre éste aspecto.

b-) Vicios: Cualquier droga –desde el cigarrillo, pasando por el licor y llegando a las “duras” como cocaína o cualquiera otra sustancia similar- afecta la salud en general, en especial al vigor sexual.

c-) Rumbas y otros excesos: No es que se va a ser un monje ni nada que se le parezca, no obstante, cuando no se obtiene el descanso requerido y se somete al organismo a rumbas excesivas “aliñadas” con cigarro y licor, el cuerpo pasa factura. Una de las maneras en que se manifiesta esa situación es en la potencia sexual.


d-) Deportes:
Con tan solo caminar al menos una hora diaria, harás inmensamente feliz a tu organismo. No descuides la actividad física, en especial si es supervisada por un experto.

e-) Problemas de salud: La hipertensión arterial, por ejemplo, puede producir problemas como el que explicas. Es importante que te pongas en las manos de un médico, quien te someterá a exámenes y de acuerdo a su evaluación te dirá en qué condiciones te encuentras físicamente. No dejes de consultarlo. Ese problema de erección puede ser una señal que está mandando tu cuerpo, de que algo no está del todo bien.




Esclavos del placer
* Celebridades de Hollywood han tenido que recurrir a centros de ayuda para superar su adicción al sexo. Otros han protagonizados escándalos por estar esclavizados al placer. A continuación, algunos de los casos:

David Duchovny
Logró el estrellato mundial gracias a su rol del agente del FBI “Fox Mulder” en la serie “Expedientes Secretos X” o “X Files”.

Decidió ingresar a un centro de rehabilitación para tratar su adicción al sexo

Bill Clinton
Gobernó Estados Unidos durante 8 años y a pesar de los éxitos logrados en su gestión, es más recordado por el escándalo sexual que protagonizó en una oficina de la Casa Blanca con la pasante Mónica Lewinsky. Entonces reconoció ser un adicto al sexo

Britney Spears

El ex esposo de la “Princesa del pop”, Kevin Federline, la ha amenazado más de una vez con mostrar supuestos videos en los que se evidencia que ella es una adicta al sexo. Sus escándalos han sido la “comidilla” de los medios internacionales



Pregúntale al Dr. Sexo

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Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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domingo, 22 de noviembre de 2009

Maduras que enloquecen


Soy un hombre de 30 años, estoy saliendo con una mujer de 45 años (…) y siento que estoy viviendo la mejor relación de mi vida, pero en algunas ocasiones en las que he tenido sexo con ella, he presentado episodios de eyaculación precoz



EL CASO
“Le consulto porque soy un asiduo lector de su página, la cual me parece muy instructiva para las parejas. Soy un hombre de 30 años y estoy saliendo con una mujer de 45 años, que tiene dos hijos y es divorciada. Ya tenemos como cinco meses juntos y siento que estoy viviendo la mejor relación de mi vida, algo que jamás experimenté con mujeres menores que yo. Sin embargo, en algunas ocasiones en las que he tenido sexo con ella, he presentado episodios de eyaculación precoz. Eso me avergüenza mucho, pero ella me aconseja que me quede tranquilo. Luego que pasa todo y me calmo, el acto sexual es normal. Me parece que esto me ocurre porque la deseo muchísimo, de hecho, cuando transcurre más de una semana sin tener sexo con ella, me pongo muy inquieto y cuando estamos juntos me vuelvo como loco, es allí cuando eyaculo antes de tiempo. Pero ella es lo máximo, de hecho después que me calma, me hace de todo, es muy fogosa en la cama, de verdad que es lo mejor.
A pesar de lo anterior que le explico, a veces siento que no me quiere en la misma magnitud que yo a ella. Siento que la amo cada día más y aunque ella conmigo es tierna y cariñosa, me parece que no se entrega igual que yo. Además, cada vez que le digo para salir con mis amigos me evade y casi no vamos a sitios públicos porque ella dice que no le gustan. Eso también me causa preocupación porque no quisiera que me dejara nunca, pero tengo la idea que ella no me ve a futuro Lo que quisiera saber es qué debo hacer para no eyacular tan rápido, eso me da demasiada pena, y saber qué recomendación puede darme para lograr que ella me ame de la misma manera que yo a ella".
Armando Martínez, 30 años, Caracas.

LA RESPUESTA
Más allá de cómo termine todo, lo mejor que te ha pasado en tus 30 años de existencia es tener como pareja a una mujer mucho mayor que tú. Eso no lo dudes nunca. Son las mejores amantes, qué duda cabe, dada su experiencia, aguda visión de las cosas y sublime feminidad. Deslumbran donde estén: Un ascensor, el trabajo, la universidad, el gimnasio o en una cama. Ellas son lo máximo.

Son las mejores amantes, qué duda cabe, dada su experiencia, aguda visión de las cosas y sublime feminidad. Deslumbran donde estén: Un ascensor, el trabajo, la universidad, el gimnasio o en una cama. Ellas son lo máximo



Saber qué te pasa
Dado que tus episodios de eyaculación rápida no son constantes sino eventuales, la explicación más lógica tiene que ver con que te dejas arrastrar por las aguas de la ansiedad cuando llevas una semana o más sin verla.
Y es que cuando eyaculas involuntariamente, tú cuerpo puede estar manifestando una respuesta de miedo a no corresponderle apropiadamente en la cama. También puede ocurrir que cuando deseas mucho a esa mujer se generan tales niveles de ansiedad que no puedes controlar tu cuerpo. Es entonces cuando las ganas de amarla con toda lujuria se desbordan a tal punto, que entre otras consecuencias –sudor, latidos acelerados, jadeos, pulso tembloroso- eyaculas “sin querer queriendo”.
No obstante, deberías agregar a las posibles causas de lo que te ocurre, el temor o incertidumbre que sientes al no ver un futuro al lado de ella. Pero, la cantidad de factores que te están produciendo ese stress puede ser múltiple. Lo lógico es que intentes saber qué es lo que realmente temes, para entonces abordar la solución de la situación que atraviesas.

Calmando tus ansias


Cuando te digo que las mujeres maduras son las mejores, tu pareja así lo demuestra. Fíjate que ella te calma y refieres que después del episodio que te avergüenza, “el acto sexual es normal”. Ella sabe qué te pasa y sabe cómo actuar en esa situación. Pero es necesario que tú aprendas a dominarte. De verdad no es fácil, sobre todo cuando uno está enloquecido por esa mujer, pero debes entender que si no es posible tener un encuentro sexual cuando tú quieres, ello no es el fin del mundo. Más bien piensa que estás guardando lo mejor de ti para cuando se dé el momento del desenfreno en la cama.
Ella, conociendo toda la pasión que le generas, que te tiene “mal”, actúa de forma constructiva para que ambos logren el placer. Y en todo caso esa es la idea cuando estás en la cama con una mujer, sobre todo si la amas: Gozar el momento, no pensar ni en el tiempo ni en el espacio, sumergirse en el mar de éxtasis que ella puede dar.

Ponte en sus zapatos


Más allá de que mujeres maduras se sientan atraídas por hombres menores que ellas, hay algunas que por crianza, miedo “al qué dirán”, temor a lo que pensará su familia, creer que alguien podría burlarse de ellas “por andar con un chamo”, se abstienen de presentarse en público con sus jóvenes parejas. A pesar de los tiempos que corren -del Twitter, el Facebook, el Blackberry y los “Bastardos sin gloria” de Quentin Tarantino-, ciertos cánones sociales se imponen sobre la felicidad a la que todos tenemos derecho.
Si ese es tu caso, deberías entender lo que le ocurre y no sentirte mal o despreciado por ella. Sobre si tu la quieres más o ella menos a ti, eso no lo sabes y es hasta inútil ponerse dramático por eso… aún no se han inventado los “amorómetros” para determinar de qué tamaño es el amor. Sin embargo debes reflexionar en lo siguiente: Si ella te aceptó como pareja y tienen sexo regularmente contigo… ¿no te parece una sublime muestra de amor? Debes suponer que si ella tiene dos hijos y es divorciada, en su agenda de vida tiene prioridades que debe atender. Y no se trata de que tú seas o no importante para ella. Se requiere que tengas madurez para entenderla.

Sin almanaques
Este tipo de relaciones no suelen prolongarse en el tiempo. Obviamente que existen seres excepcionales que mandaron al carajo factores cronológicos y sociales que suelen incidir en el ocaso de estas parejas. Y se dedicaron y se dedican a amarse. Al final del cuento, de eso trata: De ser felices, sin edades que limiten ni restricciones “morales” que lo impidan. Total, como dice Juanes, “La vida es un ratico” y mientras dure esa relación hay que disfrutarla al máximo, sin mirar el retrovisor del pasado ni temerle a la curva que se avecina en el camino. La felicidad, así sea por un instante, no sabe de almanaques.




Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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FALTA LUJURIA Y “GUAGUANCÓ”


“Me considero muy caliente en la cama, tengo con mi pareja 10 años, pero en ocasiones no me siento satisfecha con los deseos y el desempeño sexual de mi esposo”


EL CASO
“Hola Dr. Sexo, le escribo porque siento que tengo un problema: Me considero muy caliente en la cama, tengo con mi pareja 10 años, pero en ocasiones no me siento satisfecha con los deseos y el desempeño sexual de mi esposo. Claro que algunas veces ‘me sube hasta el cielo’ como dicen por allí, incluso, siento ganas de tener sexo cada momento, pero después que llego al clímax ya no me provoca más nada. Mi pregunta es: ¿Será que soy frígida, no habrá ese amor de antes o las dos cosas? Espero su respuesta”.
Valentina Velásquez, 28 años, Caracas

LA RESPUESTA
Cuando se tiene un tiempo prolongado en una relación de pareja, el hastío, el cansancio y la rutina pueden aparecer entre ambos, justo en el medio de la cama. “Ajá, ponte así”, “dale, dale”, “qué rico papi”, “mami, así, muévete así” y ya. Listo. Se acabó. Se bañan y hasta mañana. El sexo se convirtió en una rutina fastidiosa como pasear el perro en las noches. El acto sexual se ve más como una obligación que como el acto sublime en el que predominan gemidos y sudores infinitos.

Háblale claro
Las mismas posiciones y rutinas sexuales durante diez años, obviamente que marchitan cualquier relación. Por ello no debes creer que tienes “un problema” para conseguir tu orgasmo. La pregunta que te hace dudar sobre el amor que sientes por él, sólo una persona sobre la faz de la Tierra puede responderla: Tú misma.
Lo que sí está claro es que a ese matrimonio le falta lujuria y “guaguancó”. Dada esa prolongada relación que aún mantienen, debes tener la suficiente confianza con tu esposo para decirle que no te sientes bien amada. Que no te hace el sexo las veces que quieres y cómo te gusta. Exígele que se ponga creativo y que siempre te haga sentir mujer. Pero para llegar a esa montaña de satisfacción sexual, lo ideal es que lo ayudes y él se deje ayudar. Total, el placer es para ambos y ustedes son los responsables -en igual medida-, de llegar al clímax.

¿Y entonces, qué hacer?

Una buena parte por la cual comenzar está en lo que planteas sobre los deseos y desempeño sexual de tu esposo. Te lo explico así:

* Deseos:
Pudiera existir disparidad en la frecuencia sexual de ambos. Mientras tú quieres tener sexo todos los días de la semana, a lo mejor él se conforma con hacerlo una o dos veces en el mismo período. Lo ideal sería que conversaran para llegar a acuerdos e incrementar la cantidad de encuentros sexuales, a unos cuatro o cinco por semana para que ambos queden conformes.
Cuando él no tenga ganas de hacer el amor pero tú sí... ¿por qué no le dices que te masturbe? ¿Por qué no le haces sexo oral? ¿Qué dices sobre ponerte un hilo dental y unos ligueros? Seguro se emociona... y mira que los hombres somos muy agradecidos cuando nos tratan bien en la cama. Asumiéndote provocativa y sensual es muy probable que todos los días tendrás el placer que anhelas...

* Desempeño sexual:
Aquí tu pareja requerirá de tu ayuda. No te conformes y pienses que estará bien si “algunas veces” te “sube hasta el cielo”. No. La idea es que siempre llegues al clímax y goces una barbaridad cada vez que tengas sexo.
Sugiérele literatura sobre posiciones sexuales –sobran los libros que tratan una visión moderna del Kama Sutra-; así como de técnicas para sorprenderte de forma erótica cuando menos lo esperes.

Buscando la pasión perdida
Técnicas sencillas pueden revitalizar tu relación de pareja. Eres la mujer ideal: Todo el tiempo quieres sexo, lástima que él no sepa apreciarlo, pero con tu ayuda, lo hará:

* Envíale textos eróticos a su celular o déjale mensajes “calientes” en la grabadora. Las palabras y la voz son instrumentos importantísimos a la hora de seducir.

* La ropa íntima sexy es un componente ideal en cualquier relación. No la desaproveches

* Intenta tener encuentros sexuales cortos pero intensos: Antes de ir a nuestras labores en la mañana, cuando trabajas en la computadora de tu casa, cuando te bañas en la noche, del lado de las escaleras del edificio por donde casi nadie pasa, en el rincón oscuro del estacionamiento. Ponte creativa tú también.

* ¿Qué te parece si lo amarras con unas esposas y te “esmeras” con tu boca y tu lengua hasta que ambos se vuelvan locos de placer?

Aunque la demoledora realidad del día a día se manifiesta en el trabajo, los estudios, el tráfico y la inseguridad, siempre hay tiempo para releer a José Ignacio Cabrujas, apreciar una rosa, escuchar a Joan Manuel Serrat o tener el mejor sexo del mundo. No hay excusas.


No eres “frígida”
La anorgasmia –conocida popularmente como frigidez- es un padecimiento básicamente asociado a situaciones emocionales, que impide llegar a un orgasmo. Y ese no parece ser tu caso. Lo que sí ocurre –y es normal porque cada mujer tiene su manera de actuar después del clímax-, es que parecieras quedar tan satisfecha una vez que llegas al éxtasis total, que ya no te provoca tener más sexo.
Fíjate, hay mujeres que les encanta dormir al culminar el acto sexual, otras más bien descansan poco para continuar la faena, mientras que la mayoría prefiere ser consentida y mimada cuando aun se jadea de placer



ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...
Si presentas un flujo vaginal de olor fuerte y desagradable, ardor al momento de orinar o molestias durante el acto sexual, podrías tener una infección vaginal.

MITO SEXUAL
“Gracias al condón puedo estar con las mujeres que quiera sin riesgos de enfermedades o embarazos no deseados”
Aunque el preservativo se ha convertido en un gran aliado para evitar sufrir de enfermedades de transmisión sexual, no constituye una herramienta infalible contra las mismas, dado que pueden romperse o colocarse de manera incorrecta, lo que anularía su efectividad. Igual riesgo se corre en el caso de embarazos no deseados. Por ello la mejor recomendación es ejercer una sexualidad responsable, contigo mismo y con los demás.

Richard Sanz e-mail: drsexo@diariolavoz.net
https://twitter.com/HablaelDrSexo

DOS CHAMOS QUE EYACULAN RÁPIDO


“Al estar con mi pareja no duro ni dos minutos. Eso me ha pasado siempre, son muy pocas las oportunidades en las que logro cuatro o seis minutos sin eyacular”


CASO 1
"Soy un joven deportista de 24 años, troto, hago ejercicios estoy siempre activo, trabajo y al llegar a mi casa del trabajo hago lo mismo casi todos los días. Ahora, el caso como tal es que vivo con mi pareja desde hace cinco años y tenemos dos hijos, pero en el acto sexual sucede lo que uno menos desea, que es la eyaculación precoz, diría muy precoz, ya que al estar con mi pareja no duro ni dos minutos. Eso me ha pasado siempre, son muy pocas las oportunidades en las que logro aproximadamente cuatro o seis minutos sin eyacular. Cuando estoy con mi mujer en la cama tengo muchos juegos sexuales, pero apenas la penetro, eyaculo. Pero ya está bueno, he tratado de concentrarme de mil maneras y no logro resultados.
A veces también sufro de problemas de erección y más preocupado estoy en este momento, porque a pesar de estar todo el tiempo activo físicamente, en lo sexual no lo estoy por la eyaculación demasiado precoz, diría yo.
Por este problema es que le escribo, para escuchar la opinión de un experto y sus posibles recomendaciones.
Ya fui a un médico internista a realizarme algunos exámenes, pero falta uno que es escanograma de miembro inferior, que por razones laborales no he podido hacérmelo.
Andrés Ferrer, Charallave".

CASO 2

"Sobre lo que me pasa es que ni sé cómo comenzar, pero en principio le explico que tengo problemas en el acto sexual, ya que ni siquiera llego a penetrar, porque antes de hacerlo ya siento el orgasmo, o sea, eyaculo y mi pene se baja después de eso y no se levanta más hasta después de varios minutos. Cuando de nuevo se pone erecto me vuelve a pasar lo mismo, es decir, eyaculo antes de tiempo por lo que no llego a complacer a mi pareja. Esta situación me tiene realmente angustiado, ya que siento que puedo perder a mi pareja en cualquier momento por este penoso problema.
Incluso he tomado medicamentos y no me han hecho efecto, como la famosa pastilla Cialis, que antes cuando venía en la presentación de 50 miligramos sí me daba resultados, pero ahora que únicamente se consigue la de 20 miligramos, ya no me hace nada. En estos días me tomé dos de 20 miligramos y nada que ver, el problema de erección no se solucionó, lo que me preocupa más todavía porque siento que ni con fármacos mi problema tiene solución.
Pienso que mi situación es algo grave. No he ido a un especialista por pena… ¿Qué me recomienda usted? No sé si esto venga a raíz de que cuando era un adolescente me masturbaba mucho".
Jacinto Balbuena, 23 años Caracas

LA RESPUESTA
El camino para resolver una eyaculación rápida NO es masturbándose antes del encuentro sexual –“para durar más”-, pensar en comiquitas mientras se está pleno coito –“para aguantar mucho”-, o untándose el pene con cremas contentivas de anestesia –“para tener menos sensibilidad”-. No. Así no es.
Abundan las “leyendas urbanas” sobre supuestas “soluciones” a la eyaculación popularmente conocida como precoz, como “chamo, ponte dos condones para que sientas menos” o “cuando estés con la jeva piensa en el juego de la Vinotinto... ¡eso es efectivo!”. No. Tampoco es así.
Sin ayuda profesional se va rumbo al fracaso. Lo peor de todo es que un problema de este tipo se lleva en los cachos tú relación de pareja y tú autoestima. Muchos se sienten “menos hombres” por no poder satisfacer a sus mujeres.
Pero tranquilos. Hay una buena noticia: La eyaculación rápida SÍ tiene solución.

La raíz de todo
La principal causa de la eyaculación rápida está asociada a factores mentales. Los factores físicos existen, pero son minoría. Y en los dos casos expuestos en la página se puede inferir una raíz común: La ansiedad.
La angustia está presente en frases como “he tratado de concentrarme de mil maneras y no logro resultados”; o “esta situación me tiene realmente angustiado, ya que siento que puedo perder a mi pareja en cualquier momento por este penoso problema”.
En una problemática de éste tipo, la ansiedad se convierte en el primer aspecto a solucionar: La megacola que te calaste en la mañana, una quincena que no alcanza para completar el pago del preescolar o una cadena que te impidió saber si “El Kid” salvó el juego para los Mets, son angustias que te llevas a la cama. Encima, cuando quieres tener sexo con tu mujer –“ligando” que ella también quiera-, además del stress que llevas a cuestas, te sientes como el único responsable de que ella llegue al clímax...
Ese es el mundo en el que vives y no puedes cambiarlo. Pero lo que sí puedes cambiar es tú manera de enfrentarlo. De manejar y controlar ese stress que además de dañar tu salud, está matando tu relación de pareja. Y es ese mal manejo de la ansiedad es lo que te impide eyacular cuando tú quieres.

Atención especializada
Debes saber que la presencia de una eyaculación involuntaria denota la existencia de una indisciplina corporal. No eres capaz de dominarte. Pero todos sabemos que con disciplina y entrenamiento se logran avances en ese sentido. Y la eyaculación conocida como precoz no es la excepción.
Debes dejar “la vergüenza” y acudir a un sexólogo de manera inmediata...¿Acaso no te da más vergüenza contigo mismo o quedarle mal a tú mujer?
El especialista te recomendará ejercicios que generalmente los deberás realizar con tu pareja. Son sencillos pero requieren que tengas constancia para conseguir el éxito. La idea es que domines tus impulsos físicos así como a manejar de manera apropiada tu ansiedad...

Salir del “slump”
Cuando los peloteros caen en un “slump” –que no batean ni foul-, suelen presionarse más de la cuenta: Cambian el swing –la manera de batear-; se cortan el cabello; toman prácticas de bateo extra; empiezan a escuchar “consejos” de todo el mundo y al final lo que consiguen es hundirse más en el bache ofensivo... ¿Y cómo lo superan? Cuando asumen concientemente que tienen un problema y que deben solucionarlo. Apelan al especialista de bateo de su equipo. Manejan sus emociones y controlan la ansiedad. Por allí se empieza, luego viene lo demás. Vuelven a ver al béisbol como un juego y no como un deber. Se divierten jugándolo y aparecen los hits. El promedio al bate sube.

En el sexo, la cosa funciona igual: No te presiones, no es una tortura, es un placer. Es lo más sabroso del mundo, mejor que comer pescado con las manos. Así que diviértete, deja el stress fuera de la cama y dedícate a gozar con tú mujer.



Richard Sanz / e-mail: drsexo@diariolavoz.net
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QUÉ MAL AMADA ESTÁS


“Le acaricio su pene y no lo siento erecto como tal y eso me molesta mucho, ya que él me pone mal y no me penetra, me calienta y me deja así..."


EL CASO
“Le escribo porque tengo una gran duda sobre mi pareja, ya que no he descubierto el problema que tiene: Tenemos dos meses como novios y hemos dormido juntos ya varias veces, pero las ocasiones en que hemos estado él no toca mis partes íntimas y únicamente me besa los senos. Le acaricio su pene y no lo siento erecto como tal y eso me molesta mucho, ya que él me pone mal y no me penetra, me calienta y me deja así... De paso, le quiero hacer sexo oral pero no se deja, siendo lo peor que tampoco me lo hace a mi... ¡Quisiera saber por qué le pasa eso! A veces pienso que debe ser que no le gusto mucho o no le provoco lo suficiente. También creo que pudiera influir su inexperiencia, ya que él tiene 24 años pero no ha tenido muchas relaciones amorosas, en cambio yo, a pesar de tener su misma edad, ya tengo un bebé de 4 años...
Quisiera que me ayudara porque de verdad me gusta mucho mi novio y no lo quiero perder por falta de sexo... A veces quiero tomar la iniciativa de todo, pero él no me deja...
Espero su respuesta porque esta es una situación bastante incómoda y tengo muchas dudas sobre lo que me está pasando con
mi actual novio, ya que anteriormente no me había ocurrido esto”.

Milena Pernía, Catia, 24 años”.

LA RESPUESTA
Si lo quieres mucho, vas a tener que prepararte para ayudarlo a resolver algo que padece y que él no te ha confesado, ya sea por miedo o vergüenza… ¿Eyaculación rápida? ¿Problemas de erección? ¿Alguna enfermedad de transmisión sexual? ¿No sabe cómo hacer el amor? ¿Excesiva timidez? ¿Alguna “sacrosanta” educación que le hace ver el sexo como un acto “perverso”, “sucio” o “pecaminoso”? Las interrogantes pueden abarcar las 64 páginas de este periódico, por lo que debes tomar el camino más sencillo para resolver este caso: Pregúntale con mucha ternura pero a la vez con absoluta firmeza… “¿qué carrizo es lo que te pasa?”. Buena parte de los problemas de pareja se resuelven con una franca conversación. Y tú situación amerita una buena dosis de sinceridad a la hora de abordar el caso. Que tú no lo provoques o no lo gustes no pareciera ser el caso, ya que desde un principio se habría negado a tener algo contigo... ¿no crees tú?


Cuando el hombre cree que va a “quedar mal”, el mito del “macho vernáculo” se desgaja y la ansiedad dice presente. Aparece la eyaculación rápida


Ponte en sus zapatos

Más allá de que ya tengas un bebé y sepas “cómo es todo” en lo referente al sexo, resulta provechoso “ponerte los zapatos del otro” para entender cómo abordar determinada situación. Fíjate: Los hombres por naturaleza y formación cultural, siempre nos vemos como los responsables de que la mujer quede satisfecha en la cama. Que el placer debe lograrse de manera conjunta, es una visión que tiende a diluirse en la medida en que predomina una educación machista. En esta categoría entran incluso aquellos que creen que están “sobrados”, pero les piden a sus mujeres que abran las piernas, eyaculan y “báñate que nos vamos”. Pero ese es otro tema.
El asunto es que cuando el hombre cree que va a “quedar mal” y que no va a poder complacer a su pareja en la cama, las dudas asaltan su mente. Se vuelve inseguro. El mito del “macho vernáculo” se desgaja y la ansiedad lo hace su presa. Entonces aparece la eyaculación rápida. O un problema de erección. O las dos cosas. O muchas más.

Habla con él
Quién sabe qué trauma lleva tú novio entre pecho y espalda. Quién sabe qué… Por ello es que debes hablarle de forma franca, pero que a la vez sienta que puede confiar en ti para salir de ese desierto.
La experiencia de ayudarlo puede ser muy placentera para ambos. El que tú lo orientes en cómo te gusta ser amada, será una vivencia enriquecedora para ti y para él. Si él se deja hacer sexo oral y a su vez él te complace de la misma manera, el provecho será para los dos, dado el gozo y la sensación de compenetración que genera ésta práctica.
Ahora, si no te interesa afrontar una situación como la que se avecina, igual comunícale que tiene un problema por resolver y que debe buscar ayuda especializada, un sexólogo por ejemplo.
El asunto es que él se deje ayudar. Y si no se deja, ni modo… Nada que hacer. Ojala que éste no sea tú caso.

* El título de este trabajo es el mismo de una excelente canción interpretada por un tenor mexicano llamado Gualberto Castro



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METROSEXUALIDAD Y MUJER INSATISFECHA


MACHO CON MECHITAS
El futbolista inglés David Beckham representa el ícono mundial de la metrosexualidad: Usa tintes para el cabello, se hace moños, se pinta las manos, luce pulseras y zarcillos, mantiene sus abdominales bien definidos y siempre viste a la moda. Está casado con la cantante Victoria Beckham -ex integrante del grupo musical Spice girls-, con quien ha procreado tres hijos.
David es el Rey Midas de la publicidad de los tiempos que corren: Su imagen es sinónimo de las marcas deportivas más importantes del mundo, así como de relojes, cosméticos y ropas, entre otros productos.
Casi todos sobre la faz de la tierra conocen su rostro. Sin duda, un fenómeno global.








EL CASO

Le escribo debido a que estoy preocupada porque mi esposo antes me hacía el amor cuatro o cinco veces por semana y de un tiempo para acá sólo estamos una vez. También me angustia que últimamente se arregla más que yo, se preocupa más por su físico y por estar en forma, que por hacerme el amor o consentirme. Cada vez que está libre no sale del gym, se arregla las uñas de las manos y pies cada 15 días, asiste a un solarium, se saca las cejas, utiliza cremas antiarrugas y hace que le prepare su dieta para llevársela al trabajo, y así no comer en la calle.
Yo había aguantado esta situación porque pensaba que podía ser momentánea, pero es que ya van seis meses y cada día que pasa se pone peor... Lo último que hizo fue comprar un espejo de pared a pared, y lo mandó a colocar en nuestro cuarto para verse completo en las pocas veces que me hace el amor... ¿Qué hago doctor? Hablé con él y me dijo que eso era un fetiche que tenía, y que lo que yo debía hacer era disfrutarlo. Además, me aconsejó que fuera al gym para ponerme en forma como él y así gozarme yo misma viendo lo buena que estoy…
Cuando me pongo sexy y provocativa lo único que he logrado es que me pone a hacerle sexo oral, y cuando se lo hago él se ve en el espejo y ni me acaricia ni me consiente. No me penetra y ni se ocupa de saber si logré el orgasmo.
De verdad estoy preocupada, él siempre fue coqueto pero ahora que cumplió 34 años está insoportable. Tenemos apenas cinco años de matrimonio sin hijos... ¿Será que ya no le gusto? ¿Descubrió qué es gay y le está dando largas al asunto? ¿Qué me aconseja?
Magdalena Correa, 32 años, Guatire”



“Me angustia que últimamente se arregla más que yo, se preocupa más por su físico y por estar en forma, que por hacerme el amor o consentirme”



LA RESPUESTA

Cuando disminuye la frecuencia sexual, es natural que se disparan las alarmas: ¿Será que ya no le gusto? ¿Tendrá otra (o)? ¿Ya no me ama? Todo un mar de interrogantes estremecen al sosiego que se supone debe dar una relación de pareja. La verdad queda encajonada entre suposiciones e interpretaciones de actitudes de las que al final no tienes ninguna certeza.
Y a lo que menos se recurre en estos casos es a lo primero que debería apelarse: Hablar claramente. Pregúntale sin tapujos qué es lo que le ocurre: cuando y por qué decidió que el culto a su cuerpo era más importante que tener sexo contigo, porque una cosa es que él se ocupe de su físico y otra que ignore tu legítimo anhelo de ser amada.


Hay casos de metrosexuales que una vez que se asumen como tales, les disminuye el interés por las mujeres, dado que otras copan su agenda personal: Las mechitas, las cejas, el maquillaje, la ropa...


¿Metro... qué?
Además de la conversación franca, es imprescindible la asesoría de un terapista de pareja, quien sabrá orientarlos hacia el punto de equilibrio en el que tú no te angusties por sus excesivos cuidos y él sepa controlar su fijación por lucir bien, al igual que corresponderte como te mereces.
Por el comportamiento que describes de tu esposo, parece que él se sumó a una corriente mundial conocida desde hace unos 15 años como metrosexualidad, cuyos hombres –sean heterosexuales, homosexuales o bisexuales-, además de habitar en áreas metropolitanas, manifiestan sin ningún rubor su lado femenino. Otro componente esencial es que se desviven por obtener un cuerpo perfecto, privilegiando esa obsesión por encima de cualquier otro aspecto de su vida.
En una sociedad como la nuestra pudiera resultar incomprensible que un “macho vernáculo” se comporte de esa manera, no obstante, en otras latitudes –principalmente en Europa y Estados Unidos- ese estilo de vida no es nada nuevo: Los metrosexuales se depilan, se hacen mechitas, se maquillan, se sacan las cejas, se pinten las uñas de las manos y los pies.
Los más obsesivos, si no logran los resultados deseados con sus jornadas en el gimnasio, se someten a intervenciones quirúrgicas para ponerse prótesis en la zona abdominal, al igual que en el pecho y las nalgas.
En cuanto al vestir, suelen invertir mucho dinero en ropa costosa y a la moda, así como en accesorios femeninos –perfumes, pulseras y zarcillos, por ejemplo-.

¿Será o no será?
Ese tipo de comportamiento no implica, necesariamente, que el hombre sea gay, aunque en estos lares muchos y muchas así lo quieran etiquetar. Lo que sí ocurre es que al estar tan pendientes de su apariencia física se ocupan menos del resto de las otras esferas que componen su vida, en especial, la de sus relaciones sentimentales.
Y este es tu caso: Más allá de la obsesión de tu marido por su cuerpo, debes valorarte como mujer. No debes dejarte usar ni por él ni por nadie. Es legítimo tu anhelo de querer salvar tu relación, pero en ese intento no debes dejar que tu dignidad ruede por un despeñadero.
No asumas como una verdad absoluta que a tu marido ya no le gustas o que después de viejo “le dio sarampión”... Aunque hay casos de metrosexuales que una vez que se asumen como tales, les disminuye el interés por las mujeres, ello se debe a que existen otras preocupaciones que copan su agenda personal: Las mechitas, los abdominales, las cejas, el maquillaje, la ropa... Es cuando el hedonismo se apertrecha en el alma de algunos.
En el camino que te encuentras, tienes dos destinos y una decisión por tomar, esa que al final te haga más feliz: O buscas ayuda profesional para salvar tu matrimonio; o continúas sola tu andar por la vida, sin importar que en un futuro te topes con un hombre al que sus pelos en el pecho no le incomoden para amarte plenamente.


Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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GOLPES QUE EXCITAN


“Mi pareja se emociona tanto y se vuelve como loco, que me golpea tan fuerte que me deja con hematomas en varias partes del cuerpo, al punto que he tenido que dejar de ir a clases”




EL CASO
“Tengo 23 años y hago el amor regularmente con mi pareja unas tres veces a la semana. Llevamos cuatro años juntos y yo estudio Informática a nivel universitario. Mi caso es que me encanta que me peguen en la cama, pero ya en varias oportunidades mi pareja se emociona tanto y se vuelve como loco, que me golpea tan fuerte que me deja con hematomas en varias partes del cuerpo, al punto que he tenido que dejar de ir a clases hasta por una semana para que mis compañeros no noten mi estado.
¿Qué puedo hacer? ¿Lo denuncio? He hablado con él para que deje de pegarme, pero me asegura que es algo incontrolable, que lo excita y le produce múltiples eyaculaciones… lo peor es que a mi también me gusta que me golpee, porque he llegado a tener hasta trece orgasmos cuando esto ocurre. ¿Qué me aconseja usted?
Karina Castillo, 23 años, Caracas”.

LA RESPUESTA

De una vez y al grano: Debes ir a un psiquiatra, no porque estés demente o algo parecido, sino porque tienes una baja autoestima que te provoca un gozo cuando te humillan.
Tienes un problema por solucionar cuando no logras el clímax sin que te den una paliza.
La recomendación de que acudas a una orientación especializada es porque en la manera que practicas el sexo, además de ser peligrosa para tu salud física y emocional, podría llevarte a la muerte.

La masoquista
Seguramente tuviste una crianza conservadora o sufriste mucho castigo en esa etapa de tu vida, lo que causó serias heridas en tu estima.
En la actualidad, un sentimiento de culpa te acompaña a toda hora. Cuando llegas al orgasmo mediante una paliza es porque sientes que debes ser golpeada porque “te lo mereces” para “pagar” esa “pecado” que no te deja en paz en ningún momento del día.
Y así actúa una persona masoquista: Siente placer cuando es maltratada o humillada física, verbal o emocionalmente.

El sadismo
Existen hombres y mujeres que sólo llegan al clímax torturando mediante cualquier forma a sus parejas. Ese es tu caso, tu hombre te golpea salvajemente porque disfruta verte sufrir. En una de esas no sólo dejarás de asistir a clases por una semana, sino que hasta hospitalizada puedes quedar, o peor aún: Morir extasiada por una paliza.
Cuando el sádico consigue a una masoquista con quién saciar sus instintos, la relación es difícil romper. Existe un círculo vicioso en el que la víctima anhela ser sodomizada –esclavizada sexualmente de forma violenta- y el sádico requiere dar rienda suelta a su agresividad.
Por ello la insistencia en que acudas de forma inmediata a un psiquiatra, quien te ayudará a romper la dependencia que tienes de esa relación dañina.

“Clava tus colmillos de manera sutil en el cuello de tu pareja, nos volvemos locos, delirantes con eso. A la hora de hacerle sexo oral, unta su pene con lo que te guste, gozarás un montón y él también”



Posibles alternativas
Debes entender que el sexo no es sinónimo de dolor, agresión o culpa. Es todo lo contrario, es un acto sublime en el que el hombre y la mujer dan lo mejor de sí para complacerse sobre una cama. La ternura, los besos infinitos y las caricias son en sí mismas “armas letales” para conseguir el éxtasis.
Pero para llegar a ello, debes asumir una consigna: Tú eres valiosa, mereces ser amada y respetada. No puedes aceptar que nadie te humille, por mucho que creas amarlo.
Fíjate, hacer el amor de manera furtiva puede ser mucho más excitante que una paliza:

1. Un excelente lugar para tener sexo a escondidas podría ser ese pasillo por donde casi nadie pasa, en las escaleras del edificio donde vives. La sensación de que en un momento determinado puedas ser descubierta te producirá un placer infinito.

2. En Caracas hay varios hoteles en los que el techo son las estrellas. Allí dispones de controles para moverlo y ver el cielo… ¿Quién no alucinaría con una mujer que cabalga sobre uno con un fondo de noche estrellada bañada de luna llena? De paso, si en un pendrive cargas la música que te gusta, hasta puedes ambientar la escena con U2 y unas copas de vino…

3. Si no tienes oportunidad de concretar alguna de las anteriores, entonces ponte creativa, asume el control sobre la cama: Clava tus colmillos de manera sutil en el cuello de tu pareja, nos volvemos locos, delirantes con eso. A la hora de hacerle sexo oral, unta su pene con lo que te guste, gozarás un montón y él también.

4. Está bien que te den unas nalgadas, un discreto halón de cabello, una mordida en el cuello, hasta que nos claves las uñas en la espalda… ¡Pero hasta allí!

5. Conviértete en la estrella porno que todo hombre anhela en su cuarto…

Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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ELLA ES UN VOLCÁN



“Quiero saber cómo hago para perder este miedo que me ataca cuando voy a comenzar a tener relación sexual (...) que impide que yo explote todo ese potencial sexual que me quema por dentro”


EL CASO

“Anteriormente estuve casada, pero mi esposo no me satisfacía sexualmente. Yo quedaba con ganas de más y él no me respondía, pero nunca le mencioné nada sobre lo que sentía. Al final me divorcié, pero mi mis deseos sexuales han sido más fuertes desde entonces, en cierto modo no puedo controlarlos. Mientras tengo mi mente ocupada todo está bien, pero todo cambia cuando me encuentro sola, ya que mi apetito sexual es exageradamente fuerte. A veces no he podido controlar esta situación, no sé a qué se debe. Por ello quiero saber si existe algún medicamento que controle los deseos sexuales que me dan diariamente, ya que no tengo pareja en estos momentos. Esta situación me estresa y de verdad me tiene ansiosa.
En general, debo decir que las parejas que he tenido no me han satisfecho sexualmente. Recientemente estuve con una persona que me movió todo, porque es muy apasionado, pero lamentablemente me atacaron los nervios y no pude disfrutar el acto sexual porque no me sentía en confianza. Quisiera estar nuevamente con él pero no encuentro cómo decírselo, porque no quiero que piense mal de mi, digo esto porque parece que así son los hombres, hablan mal de las mujeres que tienen la iniciativa de buscarlos. También quiero saber cómo hago para perder este miedo que me ataca cuando voy a comenzar a tener relación sexual, porque me cohíbo y me siento extraña, lo que impide que yo explote todo ese potencial sexual que me quema por dentro.
Ahora me estoy tratando con una psicóloga, pero me da pena contarle detalles de lo que me pasa, por eso me atreví a escribirle porque me gusta mucho la parte del sexo y cómo la explica.
Sabe, lo que también pienso que me afecta es que en mi niñez un tío abusó de mí. Esa experiencia me marcó y a veces cuando mi pareja está conmigo siento miedo, porque revivo la situación que sufrí. Cuando estuve con mi esposo fui superando ese trauma poco a poco, sin embargo no dejo de sentirme mal al momento del acto sexual porque no hago nada, me quedo inmóvil por los mismos nervios que no me dejan hacer nada.
Quiero tener mi pareja y quiero que ambos disfrutemos, que quedemos satisfechos.
Irma Rondón, 30 años, Valles del Tuy”.



LA RESPUESTA

Evidentemente, el ultraje que padeciste en tu niñez ha dejado cicatrices en tu comportamiento sexual actual. Es importantísimo que sigas tratándote con tu psicóloga, pero no solucionarás nada si le ocultas información. Si mantienes esa actitud lo único que conseguirás es perder tiempo y dinero.
No obstante, es compresible que ese trauma siga azotándote ahora que eres una adulta. Por ello debes aprovechar la ayuda especializada que tienes de la experta.

“Dile a tu pareja que te gusta que te haga. Exprésale que quieres hacerle. Lo que más te excita. Lo que te produce más placer. Cómo llegas al orgasmo. Lo que más te hace gemir”


Falta de comunicación

Uno de los factores que más te afecta es tu falta de comunicación: No le cuentas todo lo que sientes y te angustia a tu psicóloga. No le dices al hombre “que te movió” que quieres estar otra vez con él. No le expresaste a tu ex marido que quedabas insatisfecha con su pobre desempeño sexual.
Probablemente hayas tenido que aceptar situaciones de índole personal, laboral, académico, familiar y sexual que no compartías por no comunicar tus verdaderos sentimientos. Pero no es momento de lamentar lo que no hiciste, llegó la hora de expresar con contundencia tus verdaderos sentimientos, lo que realmente piensas, anhelas o deseas hacer. En la medida que expreses de manera clara qué quieres tendrás más posibilidades de quedar satisfecha en todos los aspectos.
Y en el sexo es especialmente atinado hablar claro y sin tapujos: Dile a tu pareja que te gusta que te haga. Exprésale que quieres hacerle. Lo que más te excita. Lo que te produce más placer. Cómo llegas al orgasmo. Lo que más te hace gemir.

Placentera adicción
Eres un volcán en erupción. No debes sentirte mal ni estresada por ello. Todo lo contrario, deberías estar feliz por ser una mujer que anhela ser amada con intensidad en cada palmo de su cuerpo. Muchos hombres seríamos felices con una mujer así: Una fantasía sexual hecha realidad. Una estrella porno en nuestra cama.
Lo usual es que la mujer tenga una frecuencia sexual más baja que el hombre. Es decir, que mientras él quiere tener sexo cuatro, cinco o seis veces por semana, ella se da por satisfecha con una o dos ocasiones en el mismo período. Por ello es que tu caso es maravilloso. La mejor manera de ser felices cuando los deseos no coinciden es llegar a acuerdos: Si él se conforma con dos veces a la semana y tu con siete, traten de tener sexo cuatro días en ese mismo período. Seguro que en la medida en que más se amen entre sábanas, sin tabúes ni miedos y hablándose claramente, más se necesitarán uno al otro.
Al igual que los besos, el sexo crea una placentera adicción.

El título de este trabajo está inspirado en un tema llamado así precisamente, "Ella es un volcán" del grupo de rock español, "La Unión".





Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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EYACULACIÓN PRECOZ


“Cuando le hago el sexo oral, termina rápidamente. También pasa que apenas me penetra, ¡también eyacula muy rápido!”


EL CASO
”Le escribo para plantearle el problema de mi actual pareja, que tiene 28 años, ya que eso lo tiene muy confundido: Hace un año vivió con una mujer, de la cual él dice se sintió muy enamorado. Me contó que cuando ellos tenían relaciones sexuales él duraba bastante teniendo sexo, o sea, era largo el momento que se mantenía sin eyacular.
Ahora que está conmigo, cuando le hago el sexo oral, termina rápidamente. También pasa que apenas me penetra, ¡también eyacula muy rápido!
Nosotros quisiéramos saber por qué pasa eso. ¿Es un problema mental que tiene? ¿Tendrá algún problema físico? ¿Será que quiere estar con su anterior pareja? ¿Realmente deseará estar conmigo?

María Antonieta Canelón, 24 años, Caracas”.


LA RESPUESTA

Pareciera, en principio, que existe el fantasma de un amor que se supone quedó atrás, que no permite que tu actual relación fluya por su propio cauce.
Al comenzar hacer comparaciones con anteriores parejas, acuestan en su cama un pasado que hará que tarde o temprano esa nueva relación fracase. Si se mantiene la mirada fija en el retrovisor de las antiguas pasiones, significa que algo en el presente no está bien.
Es este punto, la eyaculación precoz que presenta tu pareja hace que te cuestiones como amante, que te sientas inferior a su anterior mujer –con la que “duraba bastante”-, y termines por sentirte culpable de su problema –“¿realmente deseará estar conmigo?”-.
Pero debes estar consciente que de su padecimiento, tú no tienes responsabilidad, aunque sí está en tus manos poderlo ayudar.


“Ansiedad, angustia y stress suelen conformar la triada de causas que impiden al hombre eyacular de manera voluntaria”



Acudir al sexólogo

En la mayoría de los casos, la eyaculación precoz tiene como origen -como ya se ha explicado en semanas anteriores- factores de tipo psicológico. Ansiedad, angustia y stress suelen conformar la triada de causas que impiden al hombre eyacular de manera voluntaria.
Antes de acudir a un sexólogo, deben hablar claramente para identificar qué situación está causando ansiedad: ¿Las condiciones económicas actuales de él son iguales, mejores o peores a las de hace un par de años? ¿Se siente presionado para complacerte totalmente en la cama y ello le genera ansiedad? ¿Disponen del tiempo suficiente para disfrutar del acto sexual?
En ese mismo diálogo, absolutamente franco, él debe exponer los sentimientos que tiene hacia ti.
Cuando logren despejar esas incógnitas, habrán dado el primer paso para solventar su problema. No obstante, una vez en el consultorio del sexólogo, éste precisará el origen del problema y serán orientados sobre los ejercicios que deberán realizar en pareja para que tú hombre aprenda a dominar el acto reflejo de la eyaculación. Es importante acotar que las terapias para este tipo de disfunción sexual son altamente exitosas.

Lo que pasó, pasó

Más allá de las soluciones de expertos y del problema que presenta tu pareja, hay una idea a retomar que debes tomar en cuenta: Pasa la página. El pasado se entierra.
Es cierto que “en la vida hay amores que nunca pueden olvidarse”. A veces suspiramos en secreto por esa pasión que apenas se avizora en el universo del tiempo. En otras ocasiones, una fragancia, una melodía o un poema asaltan nuestro recuerdo y nos roban algo de ese sosiego que da un supuesto olvido. Pero la clave está en no dejarse abrumar por la nostalgia. En comprender que todo sigue, cambia, evoluciona y que aquello quedó donde tenía que quedar: En el pasado. Bueno, hermoso o tormentoso, pero pasado al fin.
La vida es ahora.


BUZÓN SEXUAL

Acá puede enviar algún consejo a drsexo@diariolavoz.net que le sea de utilidad a los lectores en el antes, durante y después del acto sexual. A continuación, una de las sugerencias que enviaron los lectores:
”Las mujeres deberían complacer nuestras fantasías sin poner tantos peros. Hay unas que se enrollan todas porque uno les pide que modelen o hagan un striptease. Eso lo pone a uno caliente, pero si se ponen ariscas hacen que uno pierda la pasión”.

Ricardo Rojas, 36 años Caracas

ACUDE A UN ESPECIALISTA SI…
Si observas enrojecimiento en alguna zona de tus piernas, deberías acudir a un médico para que te revise, para descartar posibles problemas de circulación sanguínea, los cuales inciden en la disfunción eréctil

MITO SEXUAL

“Para tener sexo hay que sentir amor”

Depende de la persona. La mayoría de los hombres podemos estar con una o varias mujeres sin involucrarnos sentimentalmente, al contrario de ellas, que para tener sexo, generalmente, deben sentir un gran afecto por su pareja



Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
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AUTOESTIMA, CACHOS Y LUJURIA





“Tiene su esposa, con la que sufre todos los problemas del mundo, pero la tiene. Siempre me dice que me ama, algo que no sé si creerle... Incluso, me ha llorado contándome sus problemas”



EL CASO
Tengo 21 años y hace ya uno que perdí mi virginidad, con el segundo novio que he tenido en mi vida. Él es un poco mayor que yo, tiene 29 años. También tiene su esposa, con la que sufre todos los problemas del mundo, pero la tiene. Siempre me dice que me ama, algo que no sé si creerle... Incluso, me ha llorado contándome sus problemas y demás.
No sé si será por la poca actividad sexual que he tenido en mi vida o porque ciertamente conozco muy poco del tema, pero resulta que durante dos años que tiene nuestra relación, y uno que llevamos teniendo sexo, en todo ese tiempo hemos hecho el amor como 12 veces cuando mucho; resulta que siempre hay ‘peros’ en todo. Muchas veces siento ganas de estar con él, incluso se lo he hecho saber, pero resulta que siempre discutimos por eso mismo, por su falta de tiempo hacia mí. Me dice que lo entienda... ¿pero será que él me entiende a mí? ¿Será que tendré que esperar mucho más para que hagamos el amor? Muchas veces siento que lo amo, que quiero estar siempre con él, pero cuando discutimos lo único que hago es sentirme mal, ponerme a llorar y pensar que por qué todo esto me pasa a mí... Siempre me pregunto por qué tuve que enamorarme y entregarme en cuerpo y alma a alguien así como él.
Debo admitir que muchas veces pienso en terminar la relación, pero caigo nuevamente en la tristeza y el llanto cuando pienso en la necesidad que voy a tener de él como hombre y pareja cuando no lo tenga a mi lado.
Lo más triste es que él nunca me ha demostrado protección y cariño, que es lo que siempre esperaba encontrar cuando tuviese mi primera pareja. Algo que no entiendo es por qué no recibo de él lo que yo siempre le doy y le ofrezco: Apoyo, comprensión, amor y seguridad de lo que yo siento hacia él.
No sé si sólo está conmigo por placer sexual o porque en realidad siente algo hacia mí.
Andreína Manzanares P., 21 años, Charallave, estado Miranda”

LA RESPUESTA
El comenzar a practicar el sexo no concede un escudo protector contra las manipulaciones y los desengaños. Ese es tu caso: Perdiste la virginidad pero no tu ingenuidad.
Es probable que estés enamorada y como el único punto que tienes de comparación de un acto sexual placentero es con tu actual pareja, se te hace difícil salir de una relación en la que tu papel de la “otra” te causa una enorme frustración.
Aún no tienes la fortaleza emocional y mental para romper con esa persona que te produce gotas de felicidad, pero inagotables mares de desazón. Pero la tendrás. Tienes la certeza que por ese sendero en el que andas, no es la cosa. Estás cerca de encontrar la solución de lo que te preocupa. Y eso será cuando logres entender que una relación no es sufrimiento, sino placer. Pero sobre todo, hallarás la ruta de la felicidad cuando comprendas que no eres “un plato de segunda mesa”, sino que eres el manjar más exquisito de la cena. Cuando no te veas como “la capilla” sino como “la iglesia”.
En fin, dejarás de caminar en círculos, perdida en el bosque de una dañina relación, cuando te atrevas a quererte.

Quieres sexo

A tus 21 años, estás en una etapa novedosa para ti, cuando los deseos sexuales bullen en tu cuerpo. Tu carne está sedienta de caricias y besos que te recorran de palmo a palmo. Eso te excita. Tienes curiosidades e inquietudes que anhelas despejar. Y probablemente, como tu actual pareja ha logrado satisfacer algunas de tus fantasías y necesidades, te cuesta romper el vínculo que tienes con él.
En este punto, debes comprender que las ganas que tendrás de hacer el amor tenderán a ser más altas que las de tu pareja. El comparte una vida con una esposa, “con la que sufre todos los problemas del mundo”, y en todo caso –lo quieras o no-, es a ella a quien debe responderle en la cama.

Sobrevivirás y serás mejor
Un típico sueño que guardan las mujeres que saben que el hombre con el que comparten es casado, es que tarde o temprano él romperá su matrimonio y dejará sus hijos para unirse a ellas. Generalmente, esa esperanza es precisamente eso: Una esperanza. Y se autoengañan y le creen los embustes al novio para no hacerse daño. Al final, el trancazo es durísimo, es verdad... ¿Y el despecho? ¡Estruendoso! Pero sobrevivirás. Lo importante es que no guardes rencores ni deseos de venganza, porque ello envenenará tu alma. Lo sublime es que aceptes esto que vives como una experiencia que te hará mejor persona, más madura y más responsable contigo misma.
Una vez que entiendas qué te pasa y qué quieres, está en tus manos elegir seguir en esa situación o ejercer una sexualidad responsable contigo misma, en la que no salgas perjudicada.
Allí están las cartas: Juegas tú.


Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
https://twitter.com/HablaelDrSexo

VIRGEN A LOS 30



“Al comenzar con los besos, las caricias y los juegos sexuales me excito, pero cuando llega el momento de la penetración no lo permito, siento que el dolor que tendré en ese momento será horrible y por eso siempre me freno”



EL CASO
“Tengo 30 años y a mi edad continúo siendo virgen. Le cuento que me casé hace 3 años, y aunque él me llegó a tocar y hacer sexo oral, nunca lo disfruté y no podía continuar con el acto sexual, por lo que mi matrimonio nunca fue consumado. Busqué ayuda especializada, pero mi esposo -machista al fin- en ningún momento quiso acompañarme a las consultas con el sexólogo, siendo su solución la búsqueda de otra mujer en la calle, lo que trajo como consecuencia el divorcio.
He intentado hacer todo lo posible para superar este grave problema, pero no encuentro la solución. Al comenzar con los besos, las caricias y los juegos sexuales me excito, pero cuando llega el momento de la penetración no lo permito, siento que el dolor que tendré en ese momento será horrible y por eso siempre me freno.
No sé si esta situación estará relacionada con la primera vez que intenté hacer el amor con el novio que tenía en ese momento, porque aquella vez quiso penetrarme salvajemente.
De verdad necesito ayuda con urgencia, ya que esta situación ha afectado mis relaciones amorosas gravemente. A veces he llegado pensar que me moriré así, ya que he intentado de todo pero mis esfuerzos han sido infructuosos.
Agradezco enormemente lo orientación que me pueda dar.

Elvira Santamaría, 30 años, desde la ciudad de Guarenas, estado Miranda”.



LA RESPUESTA

Lo primero que debes saber es que ser virgen a tu edad no es ningún crimen ni un castigo. Cálmate y deja la angustia. Es una circunstancia que tú no elegiste, pero que está en tus manos cambiar cuando lo decidas: Debes acudir a un especialista, así no tengas pareja en la actualidad, dado que por lo que describes estás padeciendo de vaginismo.
También es necesario que conozcas que lo que sufres no significa el fin del mundo, existe un altísimo porcentaje de solución a tu caso. A nivel mundial, al menos 8 de cada 10 mujeres que son tratadas médicamente por esta disfunción sexual superan con éxito esa situación.


"Cuando escribes sobre aquel novio que intentó penetrarte salvajemente al momento de querer hacerte el amor por primera vez, diste un sólido paso para desatar ese nudo que te ata a una idea del sexo con dolor”


¿Qué es el vaginismo?
Una disfunción sexual es aquella que hace imposible el disfrute del acto sexual en cualquiera de sus etapas. Como ejemplo están la eyaculación precoz en el caso de los hombres, mientras que el vaginismo puede afectar a las mujeres, entre otras disfunciones.
Esta última se manifiesta cuando de manera involuntaria los músculos de la vagina se contraen de tal forma que no es posible la penetración. La abertura vaginal se cierra parcial o totalmente, por lo que ni siquiera un dedo podría entrar allí.
Cuando escribes sobre aquel novio que intentó penetrarte “salvajemente” al momento de querer hacerte el amor por primera vez, diste un sólido paso para desatar ese nudo que te ata a una idea del sexo con dolor. Tú misma encontraste la raíz de lo que te pasa. Esa experiencia seguramente te hizo asociar al acto sexual con una tortura y no con el placer.
Debes entender que de manera abrumadora, el vaginismo se origina por causas psicológicas. Sin embargo, las físicas no se descartan, por lo que un especialista debe evaluarte para saber cómo tratar tu caso.


Calma tus ansias
Lo que sufriste en tu matrimonio lo que hizo fue reforzar tu miedo al dolor y al fracaso en la cama. Lamentablemente conseguiste un hombre que no entendió lo que vives. No aprovechó el cofre repleto de oro que tenía al final del arcoiris, simplemente lo desperdició. Pasa esa página y cualquiera otra que te atormente. La vida es ahora porque aún tienes la oportunidad de ofrecerle tu virginidad a alguien que realmente te valore.
Tus anhelos de tener un marido, formar un hogar, parir tus hijos, los harás realidad. Pero antes deberás calmar tus ansias. Cuando llegue el momento de estar con una nueva pareja, borra el pánico a no responder entre las sábanas. Valórate, porque nadie lo hará por ti. Pero eso sí, exprésale a él claramente lo que te ocurre y la necesidad de acudir juntos a un especialista.
No naufragues en el mar de la desesperación, allí no resuelves nada, todo lo contrario, te hundes más.


ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...

Si al momento de eyacular notas la presencia de sangre en el semen, es urgente que acudas al médico, porque puede ser desde el colapso de unos vasos sanguíneos hasta un cuadro mucho más serio, pero solucionable si se atiende a tiempo



MITO SEXUAL

“Si los dos no llegan al orgasmo al mismo tiempo, el acto sexual es un fracaso”


Rotundamente falso. Cada quien consigue el clímax en el tiempo que lo deba lograr. Si eventualmente ambos llegan al orgasmo al mismo tiempo, pueden considerarse afortunados, porque eso es lo que menos ocurre durante el acto sexual



Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net
https://twitter.com/HablaelDrSexo

COMPLÁCELA EN TODO

“Después que ella alcanza el orgasmo, no quiere que yo la penetre, me deja ‘a la mitad’, por lo que no puedo eyacular en su vagina y tengo que terminar el acto sexual masturbándome”


EL CASO
“Tengo un serio problema con mi pareja, que está acabando mi vida con ella, y si no logro solucionarlo, creo que tendré que dejarla, aunque no quisiera porque la adoro: Ella tiene 32 años y yo 29, el asunto es que después que ella alcanza el orgasmo, no quiere que yo la penetre, me deja “a la mitad”, por lo que no puedo eyacular en su vagina y tengo que terminar el acto sexual masturbándome para poder quedar satisfecho. Creo que ella es egoísta, que piensa sólo en su orgasmo y no en el mío. Le he preguntado porqué siempre me hace lo mismo y me responde que simplemente no le provoca seguir teniendo sexo después que se satisface. Le he planteado que debemos buscar ayuda profesional pero ella no quiere.

¿Qué debo hacer? No deseo dejarla porque me siento bien con ella en casi todo, menos cuando tenemos sexo. Me tiene frustrado. Ayúdeme por favor.

Ronald Castillo, Caracas”.


LA RESPUESTA
Es importante que entiendas que no todas las mujeres tienen el mismo comportamiento en la cama, por lo que debes ser paciente con ellas para aprender a conocerlas y saber qué estrategia aplicar durante el acto sexual.

Unas se derriten con la ternura, otras se siente fascinadas cuando le das uno que otro latigazo o las encadenas al estilo sadomasoquista, a algunas les encanta el riesgo y les gusta tener un coito en la escalera del edificio o en la oficina… en fin, hay de todo, sin que ello implique alguna situación irregular, es todo lo contrario, son mujeres que se sienten plenamente seguras de su sexualidad.

Pero no todas están dotadas de esa fortaleza, por lo que debes esmerarte para entender a tu pareja cuando tenga algún problema entre las sábanas. Más que en su verdugo, debes convertirte en su mejor regazo.


Pudiera estar pasando que ella quiera disfrutar la sensación post-clímax, ese instante en el que aún están los cuerpos sudorosos y jadeantes, sin fuerzas, pero con la satisfacción dibujada en el rostro


Las hipótesis

Probablemente, lo que pueda estar ocurriendo con tu pareja, es que su vagina queda muy sensible después de alcanzar el clímax, por lo que no puede seguir con el acto sexual hasta que tú logres la eyaculación. Ello no implica alguna actitud egoísta de su parte, sino que simplemente ella no se siente físicamente dispuesta a continuar con el coito.

No descartes, igualmente, que ella padezca de algún episodio de vaginismo, que como lo definen los expertos, es la contracción de los músculos de la vagina que impide la realización del acto sexual. Este tipo de disfunción está generalmente más asociada a factores psicológicos que físicos, dependiendo el éxito de la terapia que considere el experto tratante, en la contribución que ambos harán en la solución del problema.

También pudiera estar pasando que ella queda tan plena cuando alcanza el clímax, que lo único que desea es llegar a una etapa de relajación en la que no concibe seguir con el acto sexual. Lo que quiere es disfrutar la sensación post-orgasmo, que tanto para ellas como para nosotros es absolutamente sublime. Es ese el instante en el que aún están los cuerpos sudorosos y jadeantes, sin fuerzas pero con la satisfacción dibujada en el rostro.

En definitiva, sea por alguna de las tres circunstancias planteadas, es importante que ella acceda a la sugerencia que le das de ir a un especialista, para que se logre determinar exactamente qué le pasa y les dé la orientación necesaria para superar ese obstáculo que está poniendo en riesgo tu relación.


Terapia casi infalible

Mientras ella se decide a ir al sexólogo, en tu próxima cita entre sábanas debes tomar en cuenta una cosa: Mientras más la satisfaces a ella, más lo haces tú. Partiendo de esa premisa, lo primero que deberías hacer es prolongar sustancialmente el tiempo de estimulación previo al coito. Sus senos son manjares que debes saborear hasta más allá de la gula. Sus pies, sus piernas, sus caderas, su espalda, toda ella es un mar del cual no puedes ni debes salir. Sumérgete en ella, disfrútala que ella también lo hará, puedes jurarlo.

Cuando llegues a su vagina y a su clítoris, no pares de estimularla oralmente. Ya en el punto de excitación en el que ella te pide que la penetres, no lo hagas aún. Prolonga esa sensación de placer lo más que puedas. Y cuando sientas que por esa vía está a punto de lograr el orgasmo, es que deberías introducir tu pene en su vagina. La variación de ritmos y posiciones harán el resto.

También intenta salir de la rutina sexual, juguetear más con ella en un jacuzzi, rociar alguna bebida sobre todo su cuerpo, en fin, existe una gama infinita de opciones que pueden servirte para excitarla apropiadamente y hacer que ella desee que la penetres un tiempo tan prolongado que te permite eyacular. No obstante, no debes desestimar que ella te masturbe o te haga sexo oral -práctica absolutamente placentera para nosotros- para conseguir tu satisfacción.

Después mandas un mail contando cómo cambió tu vida sexual con ella.



ACUDE A UN ESPECIALISTA SI...

Si tienes problemas para eyacular, ya sea porque ocurra de forma retardada o no se produzca, pudieras estar padeciendo un episodio de aneyaculación, disfunsión que está asociada a la ingesta de drogas o fármacos, así como a causas psicológicas


MITO SEXUAL
”En la medida que el hombre va cumpliendo años, va perdiendo su deseo sexual”

Es falso, al igual que las mujeres en su etapa menopáusica, los hombres no necesariamente pierden el deseo sexual en la medida que cumplen años. En todo caso, otras ocupaciones y preocupaciones llegan a su existencia, por lo que probablemente el sexo no tenga en su vida la prioridad que tenía cuando contaba con 20 años



Richard Sanz / drsexo@diariolavoz.net

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